La historia del “Comando Keta” y sus grullas solidarias
"Estamos aquí, dispuestas a seguir haciendo camino, esperando, y con pequeños gestos hacemos volar nuestros sentimientos"
Todo empezó con un teléfono móvil que fue a parar a la lavadora. El de Conxita, que hace 17 años que hace voluntariado hospitalario en la Fundación, en la planta de pediatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. El móvil se le estropeó y perdió todos los contactos que tenía en la agenda, incluidos los de sus compañeras de “comandos”.
COMANDOS es el nombre técnico cariñoso con el cual se definen los grupos de personas voluntarias que van de vez en cuando a la Fundación a ayudar puntualmente en alguna iniciativa: hacer una manualidad de San Jorge, preparar artículos hechos a mano para el Christmas Market, envolver, ensobrar, ordenar... cualquier cosa que se necesite.
Conxita acostumbraba a apuntarse a todos los ‘comandos’, y allí encontraba muy a menudo a Manoli, Anna, Montse, Cecilia y Mª Jesús. Según Cecília, “en los comandos se hacen un montón de súperactividades, siempre gratificantes para nosotras porque creemos en la magia y la importancia de los pequeños gestos. Esto ya era un punto fuerte de unión para todas, y un muy buen punto de partida para el grupo”.
El incidente del teléfono en la lavadora hizo que perdiera teléfonos de las compañeras, y pidió a la Fundación si la podía volver a poner en contacto con ellas; sobre todo porque ya estábamos en el momento de la Covid-19 y las actividades de los comandos se habían parado, y ya no las podía ver físicamente en la Fundación. En Villavecchia facilitaron el teléfono de Conxita a todas las compañeras, y no sólo le escribieron si no que decidieron formar un grupo de whatsapp, al que pusieron por título “COMANDO KETA”. Era septiembre de 2020.
“Keta, la muñeca solidaria de la Fundación, es como nuestro avatar; jugamos a volver a la infancia, nos divertimos, reímos juntas y seguimos dando mucha importancia a las pequeñas cosas”, dicen. Además, ya es tradición que siempre se apuntan a todas las actividades solidarias y llevan a Keta, vestida para la ocasión; de deporte si se trata de la carrera del Corte Inglés, con traje de noche y de gala para el Encuentro de Voluntariado de Navidad de la Fundación, con albornoz y toalla para una actividad de spa solidario... Keta tiene un traje para cada ocasión, lo podéis ver en estas fotografías (está claro que el nombre del grupo de comando no podía ser otro):
Keta ha viajado por todas partes!:
Para Conxita, el grupo tiene una importancia especial. Uno de los motivos por los cuales sus compañeras decidieron crearlo fue para hacerle apoyo y acompañarla en el proceso de enfermedad que vive actualmente; la pandemia hace que no se puedan ver físicamente y el grupo se ha convertido en un puntal para ella: “Me siento muy acompañada por todas ellas y estoy muy agradecida de tenerlas cerca y del vínculo que hemos hecho; hablamos de todo, y nos reímos muchísimo... nos hemos puesto incluso un apodo cada una de acuerdo con una visión cómica de nuestro papel dentro del grupo; a una que la llamamos la ‘risitas’, a otra ‘la lianta’... nos lo pasamos muy, muy bien”.
La humildad de Conxita hace que le de un poco de vergüenza reconocer que, dentro de estos papeles de cada una, el suyo es el de CAPITANA del grupo. Por su fuerza y su energía no podía serlo nadie más, explican las compañeras. Conxita ha viajado por todo el mundo, y de su viaje a Japón les explicó que había aprendido la leyenda de la Sadako Sasaki, una niña japonesa que estaba enferma y a quien una amiga prometió hacer mil grullas de papel como símbolo de apoyo y para ayudarla a recuperarse.
A todas les encantó la historia, y le propusieron a Conxita la idea de hablar con la Fundación Villavecchia y proponerles hacer una iniciativa de hacer grullas de papel, pensando en que simbólicamente las hacían para Conxita y pidiéndole que eligiera de qué color las quería: ella eligió el azul.
A la Fundación le pareció perfecto la idea, y el Comando Keta se puso a hacer grullas.
Poco tiempo después, casualidades de la vida (o no!), llegó la propuesta de manualidad solidaria de Navidad de ”1origami1euro”, de Mutua General de Cataluña, que consistía precisamente en hacer grullas solidarias de papel. Anna Corrales, responsable del área de actividades de la Fundación, se lo comentó enseguida, sorprendida de la coincidencia.
“Alucinamos; no nos lo podíamos creer!”, comentan. Hicieron muchísimas, azules y de todos colores, y las hicieron llegar a Mutua General de Cataluña con un escrito que explicaba la aventura de las grúas del Comando Keta:
"Somos un pequeño grupo de voluntarias de la Fundación de Oncología
Infantil Enriqueta Villavecchia que creemos en los pequeños gestos y en la fuerza de la unión y el optimismo. Antes de conocer "1origami1euro" ya habíamos empezado a hacer grúas porque una de nosotras, Conxita, valiente y luchando por la vida, nos explicó la historia de Sadako Sasaki y la importancia que tiene para los niños y niñas japoneses. Nos animó, empujándonos a reflexionar: "ahora, estamos confinados, no podemos dar nuestro apoyo presencial a los niños enfermos y sus familias, pero por qué no hacer este pequeño gesto y poner a cada grulla ilusión y esperanza?... así, al hacerlas volar y que lleguen a mucha gente, seguro, seguro, que ellos también lo sentirán"
... y aquí tenéis nuestros enjambres de pájaros para el mundo digital, llenos de deseos de salud."
Evidentemente, Keta tenía que tener un vestido tipo kimono para la ocasión; y de esto se encargó Loles, una amiga de la Conxita, que siempre le teje vestidos. Aquí tenéis las bonitas grullas solidarias del comando Keta:
La dedicación del grupo al proyecto de las grullas ha sido tan intensa, que incluso tiene una acuarela que ha pintado en exclusiva para el proyecto el hijo de Cecília, que es artista. Una bonita pintura que refleja perfectamente la fuerza de esta historia de amistad: “En un principio, el grupo nació para dar apoyo a Conxita y Mª Jesús, que tenían problemas de salud, pero ha acabado convirtiéndose en un ‘grupo de vida’ para todas; muy importante sobre todo en esta época de pandemia que nos ha tocado vivir. Compartimos alegrías, tristezas, risas... estamos ahí para lo que haga falta, y lo sabemos”.