Hablamos con Matilde Pérez sobre la nueva Área de Evaluación e Impacto de Proyectos de la Fundación
“Poner mi esfuerzo y mi trabajo al servicio de la Fundación y de las personas que me ayudaron a vivir la vida de la Valentina, y por quien siento una gratitud inmensa, tenía todo el sentido; y ayudar al análisis y la evaluación de los proyectos y del impacto que éstos han tenido en la vida de las personas es un regalo”
La semana pasada recordábamos la historia de Valentina, la primera niña que atendió el “Cuenta conmigo” con el programa de Cuidados Paliativos Pediátricos en el Hospital de Sant Pau.
Matilde, su madre, explica que recuerda recibir una atención excelente en en cuanto a recursos de medicina, enfermería y atención psicosocial, pero que echó de menos el apoyo de un grupo entre iguales, otras familias que estuvieran pasando por la misma situación y con quién poder compartir experiencias desde un lugar que solo quién lo vive conoce del mismo modo que tú.
Después de la experiencia con la Valentina, inevitablemente la mirada de Matilde hizo un giro hacia el mundo de los Cuidados Paliativos Pediátricos y empezó a investigar qué trayectoria tenía y como se trabajaba en otros países este tema, especialmente en los países anglosajones, que se dedicaban a ello desde una perspectiva muy amplia desde hacía años. Hizo diferentes formaciones y cursos sobre atención en final de vida, curas paliativas pediátricas y la concepción de la muerte en todas sus dimensiones; participó en varios foros de discusión donde tuvo muy clara la importancia de esta dimensión de intercambio entre iguales.
Pero fue cuando participó en el curso “La bioética, una nueva disciplina o una ética aplicada”, de la Fundación Grífols, que se hacía en el Colegio de Médicos de Barcelona, cuando conectó de verdad con el que quería hacer: “Fue como una sensación de ‘despertar’ que no he tenido nunca; la bioética me permitía dar respuestas y me conectaba con cosas que siempre me habían interesado, como la dignidad humana y el concepto de inicio y final de vida... Supe que quería hacer un giro profesional y poner mis capacidades y competencias al servicio de una causa que para mí suponía un motor vital, tenía todo el sentido trabajarlo desde el ámbito de la infancia y los Cuidados Paliativos Pediátricos”. Le gustó tanto que hizo un Posgrado en Bioética Médica entre 2019 y 2020.
Recuerda un día, en vida de la Valentina, que fue a ver la Anna Varderi, gerente de la Fundación Villavecchia, para hablarle de este interés en un grupo entre iguales con quién poder compartir, y explicarle una serie de trucos que ella y Alberto usaban en su día a día en la hora de cuidar de la niña a casa, por si compartirlos podía servir a otras familias: “Anna me miró y me dijo ‘déjanos ahora que cuidamos de vosotros... yo estoy segura que algún día trabajaremos juntas'”.
(Anna Varderi, gerente de la Fundación, Matilde y Arantxa de Lara, del Área Asistencial y Voluntariado)
La nueva Área de Evaluación e Impacto de Proyectos de la Fundación
A principios de 2021, Anna Varderi volvió a ponerse en contacto con Matilde para hablarle de que dentro de la Fundación necesitaban incorporar a una persona que se encargara de impulsar el análisis y evaluar el impacto de los programas y proyectos que se llevan a cabo en las diferentes líneas de acción. Matilde lo tuvo clarísimo: “Poder poner mi esfuerzo y mi trabajo al servicio de la Fundación y de las personas que me ayudaron a vivir la vida de la Valentina, y por quien siento una gratitud inmensa, tenía todo el sentido; y poder ayudar al análisis y la evaluación de los proyectos y del impacto que estos han tenido en la vida de las personas es un regalo”.
Cómo se mide el impacto?
El impacto social de un proyecto es el cambio, directo o indirecto, deseado o no, que se produce en las personas y que se ha generado por una actividad o proyecto. Medirlo se traduce en obtener información sobre los cambios que se generan de manera sistemática y comparativa: “Se compara aquello que ha sucedido y aquello que hubiera sucedido sin nuestra intervención, y se valora el alcance del proyecto y su impacto seleccionando diferentes indicadores y escogiendo como los medimos”.
Por qué y para qué es importante medir el impacto?
Mediante la gestión del impacto podemos comprender, modificar y mejorar nuestros proyectos y programas, optimizando así el uso de los recursos. Además, nos ayuda a conservar la confianza de nuestros colaboradores y donantes y a comprobar que todas las acciones y proyectos siguen alineados con la misión, visión y valores de la entidad.
En España, la introducción de herramientas de medición del impacto por parte de las entidades del Tercer Sector es relativamente nueva: “Medir el impacto de la actividad de una entidad con objetivos sociales como es la Fundación, es una tarea compleja. La valoración del impacto de nuestros proyectos pasa necesariamente para incorporar componentes cualitativos en el análisis; la medida de los cuales representa un reto”.
(Imagen de “Guía práctica para la medición y la gestión del impacto”, de la Asociación Española de Fundaciones – European Venture Philanthropy Association).
A pesar de las dificultades, estos esfuerzos tienen muchas implicaciones. Además de lo que ya hemos comentado, dedicar tiempo y recursos a la evaluación de impacto permite incorporar a nuestro trabajo, más allá de la dinámica del día a día, elementos de reflexión y aprendizaje colaborativo:
“Las fundaciones pioneras intentan desarrollar unas relaciones de trabajo más colaborativas, menos centradas en la rendición de cuentas y en el control, y más preocupadas por el aprendizaje compartido”. (Hehenberger, Lisa. Buckland, Leonora. Gold, Deborah, “De la medición de impacto al aprendizaje para el impacto: Los itinerarios de aprendizaje de las fundaciones europeas” ESADE/BBK, 2020.
Dentro de esta área se contempla hacer una apuesta para introducir la calidad en todas las líneas de trabajo de la Fundación y avanzar en la incorporación de este análisis y evaluación del impacto.
Matilde tiene muy claro que hay mucho trabajo por hacer y muchas familias a las cuales ayudar, y que esta evaluación del impacto puede ser muy útil tanto para las familias como internamente para la Fundación.
Os iremos compartiendo más informaciones relacionadas con este crecimiento del equipo de la Fundación en distintas áreas. Matilde, un regalo tenerte al equipo!