Fundació d'Oncologia Infantil
enriqueta villavecchia

Anualmente se suelen atender más de 1.000 pacientes.  En marzo de 2020 la pandemia hizo que, como tantas otras cosas, la actividad de musicoteràpia presencial en los hospitales tuviera que parar del todo durante 15 días.  Pero pasadas estas dos semanas iniciales, y a pesar de la incertidumbre del momento, pusieron todos los medios que tenían a su alcance para poder seguir trabajando y ofreciendo el apoyo de la musicoterapia a los niños y niñas que estaban hospitalizados en el Hospital San Juan de Dios y a sus familias. Se organizaron con los diferentes equipos del programa HOSPITAL AMIGO para repartirse el tiempo y organizar un directo en línea semanal cada cual.

Hospital Amigo  es un programa que, dentro del Hospital San Juan de Dios, a través de diferentes actividades intenta hacer lo más positiva posible la experiencia de los niños y niñas que se encuentran hospitalizados. Se encarga del cuidado emocional del niño y su familia y lo hace de manera holística. Consta de diferentes áreas de acción:

• trabajo social
• atención espiritual
• Child life (enfermero/a y psicólogo/oga que atienen el niño en la preparación para una intervención o un determinado tratamiento)
• Voluntariado
• Escuela
• Arteràpia
• Musicoterapia
• Pallapupes

Durante todos los meses de confinamiento, desde Ressò  se organizaron para hacer sesiones on line a través de zoom con los niños y niñas que se encontraban hospitalizados, y montaron también videos personalizados para cada familia.  

A partir del 25 de mayo reiniciaron su actividad hospitalaria, adaptando las sesiones a las medidas de seguridad necesarias y reduïnt la parte experimental de los niños y niñas con los instrumentos.

Nuria nos explica que los beneficios que aporta la musicoterapia a estos niños y niñas se manifiestan a muchos niveles.  A nivel biológico, por ejemplo, se producen cambios hormonales y modificaciones de la actividad cerebral, se fabrica automáticamente más serotonina, la hormona del bienestar, y eso les ayuda a estar mejor.  A nivel fisiológico, dice que muchas veces pasa que hay un paciente que está alterado o nervioso y que cuando empiezas a hacer música automáticamente se calma y se empieza a relajar; o a la inversa, cuando lo que sucede es que un paciente que estaba muy dormido de repente se activa y se conecta de repente. Y por último, a nivel espiritual cree que pasan también muchísimas cosas: “Es una herramienta magnífica que permite desahogarte y expresar deseos a través de la música. Recuerdo una vez que estábamos con un niño que se encontraba en fase de final de vida, y cada día que lo visitábamos hacíamos un viaje a algún lugar; le pedíamos dónde quería ir aquel día, y a través de la música podíamos ir a Japón, a África, donde él quisiera...”.

Nuria cree que la musicoterapia favorece la interacción y el desarrollo de habilidades sociales (muy necesario en procesos de hospitalización de larga estancia) y ayuda también a romper las dinámicas del hospital, ofreciendo espacios de respiro y actividades tanto individualizadas en las habitaciones como de atención grupal o semi-grupal. “Aparte de estos beneficios que hemos explicado–comenta-, la musicoterapia no tiene contraindicaciones y es fácilmente asequible”.

Desde Ressò  trabajan siempre con el niño/a y su familia, no lo hacen nunca con el niño o la familia por separado, porque creen que es precisamente en el vínculo entre los 2 donde pueden trabajar para ayudarles y darles recursos para sostener mejor la situación. 

Suelen hacer una visita semanal y pasan por todas las unidades; en el caso de neonatos y prematuros, por ejemplo, hacen una canción de bienvenida al mundo para cada niño/a y la cantan cada vez que los visitan y mientras los padres no pueden llevarse el niño a casa.