Usamos cookies propias y de terceros para ofrecer nuestros servicios y recoger información estadística. Si continua navegando, acepta su instalación y su uso.

“La enfermedad y la muerte son tabúes que se ponen de manifiesto en las escuelas.” Àlex Prats, ponente de la jornada “Infancia, enfermedad y muerte en el ámbito educativo”

29 · Agosto · 2023

Generar conciencia, romper tabúes en las escuelas y contribuir a una naturalización de la enfermedad y la muerte son algunos objetivos de esta jornada organizada por la Fundación Villavecchia.

No todos los niños y niñas vuelven a la escuela este mes de septiembre. Algunos han sido diagnosticados de cáncer infantil o sufren otras enfermedades que limitan su vida. Otros serán diagnosticados a lo largo del curso. Es una realidad que los profesionales de la Fundación Villavecchia conocemos bien y que hemos querido divulgar con la primera Jornada de Infancia, enfermedad y muerte en el ámbito educativo, el 7 de octubre en el Hub Social Barcelona (Girona, 34), con la participación de expertos como Agustín de la Herrán (profesor del Departamento de Pedagogía de la UAM), Mar Cortina (psicopedagoga experta en didáctica de la muerte y luto infantil), Àlex Prats (presidente de la asociación Pobles que cuiden) y Glòria Iniesta (maestra y miembro de la asociación APSAS).

Para Àlex Prats, esta jornada contribuye a generar conciencia, romper o superar tabúes, o reformularlos, y sobre todo contribuir a una naturalización de la enfermedad y la muerte y a potenciar una mayor conciencia de lo que es vivir la vida.

“Desde la comunidad educativa debe proporcionarse acompañamiento a los alumnos y familias que están pasando por situaciones como una enfermedad grave o un duelo”, afirma Prats. La asociación Pobles que Cuiden, de la cual es presidente, quiere establecer una red de municipios cuidadores donde todas las personas puedan cuidar y se sientan cuidadas y acompañadas, e incluir aquí a las escuelas es fundamental. “Al final, los centros educativos son un lugar donde el 30-35% de la población pasa gran parte de su vida. Por tanto, la escuela debe ser (y en parte ya lo es) un espacio de cuidado para todos los miembros de la comunidad educativa. Todo lo que les ocurre a los niños y niñas, a los chicos y chicas, afecta a su proceso de aprendizaje, especialmente si están pasando por una enfermedad grave, ha habido una muerte, hay un proceso de duelo, los padres se están divorciando, han cambiado de colegio, se han cambiado de casa, se ha muerto su mascota...”

¿La escuela está suficientemente preparada para acompañar al alumno y a la familia cuando hay una enfermedad grave? Según Àlex Prats, “queda trabajo por hacer. Para empezar, todo lo que tiene que ver con la enfermedad, el envejecimiento, la muerte y el duelo es tabú en nuestra sociedad, y nos cuesta hablar de ello. Los docentes y el personal que trabaja en los centros educativos forman parte de esta sociedad, y la enfermedad y la muerte son tabúes que también se ponen de manifiesto en las escuelas. De la misma manera que se pone de manifiesto en los hospitales, donde también los médicos y enfermeras tienen dificultades para enfrentarse a la muerte. Además, las personas que trabajan en centros educativos, como todo el mundo, han pasado también sus propios duelos, sus propias enfermedades, y nos hemos dado cuenta de que, a veces, cuando deben acompañar a otra persona en momentos difíciles, de alguna manera también se activan sus propias pérdidas.”

“Debido a estos tabúes, al profesorado le cuesta, muchas veces, saber cómo actuar cuando hay un niño que sufre una enfermedad oncológica, cuando hay un suicidio en la escuela, cuando hay un padre o una madre que mueren... Entonces se tiende a evitarlo, a fingir que no pasa nada, porque no se sabe cómo afrontarlo. Las formaciones que llevamos a cabo desde Pobles que cuiden, los acompañamientos que hacemos, los protocolos que ayudamos a implementar, están orientados a combatir estos tabúes, a tomar conciencia de los propios duelos y a aprender cómo podemos hablar a un niño sobre la muerte, cuándo un niño comienza a entender la muerte y qué entiende. Y sobre todo, hablamos mucho de lo que no debe hacerse, de lo que hay que evitar. Por ejemplo, algo que no debemos hacer es mentir, porque no ayuda en nada. Tampoco debemos generar creencias que nadie puede comprobar.”

¿Cómo es de importante hacer pedagogía de la muerte en las escuelas? Para Àlex Prats, “la pedagogía de la muerte forma parte de una educación para una vida consciente. Las escuelas no sólo están para aprender geografía, matemáticas o literatura. Educamos para la vida, educamos ciudadanos y ciudadanas, educamos a seres humanos. Parte fundamental de una vida consciente es tomar conciencia de nuestra finitud, de la enfermedad, de la vulnerabilidad, de nuestra interdependencia. Todo esto son elementos fundamentales en la pedagogía de la muerte.”

“A veces, evitamos hablar de la enfermedad y la muerte con los niños y adolescentes desde una voluntad mal entendida de protección, de sobreprotección. Pensamos que de esto no se debe hablar con los niños. Incluso nos hemos encontrado con padres y madres (pocos) que llaman a la escuela diciendo que no quieren que su hijo o hija participe en un taller en el que se hable de temas como el duelo. No hablar de ello hace más mal que bien. Debemos hablar de estos temas, del dolor, del sufrimiento, de que somos seres vulnerables, y explicar que todos sufrimos en algún momento de nuestra vida, y que todos debemos cuidarnos y acompañarnos, que todos enfermamos, que todos morimos... De esto se debe hablar de forma natural.”

Desde la Fundación Villavecchia apostamos por dotar a las escuelas de los recursos necesarios para dar una respuesta adecuada en todas las fases de la enfermedad de un niño, incluyendo el final de vida y el acompañamiento al duelo. Además, la enfermedad y la muerte son una realidad a la que todos los niños y niñas se verán expuestos en algún momento. Por eso, incluirla en el proceso formativo de la infancia representa otorgarle el espacio natural que tiene en nuestras vidas.