“Este año no vendré a la escuela”, la historia del libro solidario de la Anna y su familia
La Fundación Villavecchia y 4 entidades más reciben un donativo de la recaudación de la venta del libro
Muchas veces, leer la historia de alguien que vive una situación parecida a la tuya no solo te puede ayudar mucho sino que también puede ofrecerte herramientas para vivirla de la mejor manera posible. Carlos Mascarell es el padre de la Anna, y ha escrito un libro que se llama “Este año no vendré en la escuela” para explicar su experiencia de cuando a Anna le diagnosticaron leucemia y del tiempo que tuvo que estar hospitalizada siguiendo el tratamiento.
“Con este cuento queríamos explicar a los compañeros de Anna que aquel año no iría, y que, si todo iba bien, volvería el próximo curso. También queríamos explicar nuestra experiencia emocional y las fases del tratamiento por si puede orientar a otras familias en esta situación. Y por último quiere ser un agradecimiento a las personas y entidades que nos han ayudado durante este proceso.”-dice la sinopsis del libro.
Con las ventas de su libro solidario, durante todo el 2020 la Anna y su familia han recaudado un total de 1.736,54 euros, los cuales han repartido por igual entre las 5 entidades que aparecen y a las cuales querían agradecerla ayuda que han recibido durante todo este tiempo y colaborar devolviéndola, de alguna forma. Aparte de la Fundación Villavecchia, también aparecen el Hospital y el Instituto de Investigación del Valle de Hebrón, la Casa Ronald Mc Donald, la Fundación Josep Carreras contra la leucemia y la Asociación AFANOC.
Les agradecemos muchísimo esta aportación, y todo lo que nos ayudan también en lo que se refiere a sensibilización y apoyar a otras familias que estén pasando por una situación parecida.
Es muy importante también que se expliquen historias como esta en cuentos o libros para que los compañeros/as de clase de los niños y niñas que sufren una enfermedad entiendan la situación desde la escuela, y puedan apoyarles y entenderlo mejor.
En este sentido, desde la Fundación muchas veces nos hemos coordinado con varias escuelas para hacer llegar el equipo de psicólogo/oga y trabajador/social para explicar a los niños/as la situación adaptándonos en las edades y a cada caso concreto.
La tarea de humanización hospitalaria es muy importante a la hora de ayudar a que los niño/as y jóvenes vivan su estancia en los hospitales de la mejor manera posible. Anna y su familia participaron, por ejemplo, en el proyecto de humanización hospitalaria SUPERBOX, que llevó a cabo el Hospital de la Vall d’Hebrón para hacer diferentes diseños y poder personalizar las cajas de suero, de forma que el niño/a puede elegir entre diferentes dibujos según su estado de ánimo de aquel día y escoger un diseño que le guste. Podéis ver aquí la propuesta de dibujo que hicieron Anna y su familia, y leer más sobre este proyecto tan bonito en este enlace:
Anna y su familia viven en Reus, y para poder hacer el tratamiento se tuvieron que trasladar a Barcelona. Pasaron 8 meses en la casa Mc. Donalds y más tarde, también vivieron un mes y medio en uno de los pisos que la Fundación Villavecchia tiene en Barcelona. “Estuvimos muy a gusto en el piso de la Fundación; salíamos a pasear hasta la Sagrada Familia y nos gustaba mucho el barrio, cerca de Sant Pau; nos ayudó a normalizar la vida familiar, y a aportar normalidad en una situación como esta, donde parece que todo se para”- explica Carlos.
El cuento quería ayudar también con dibujos y explicaciones a normalizar cosas como la caída del cabello o el portacat, y poder explicar a los niños qué es lo que iría pasando, para poderlo integrar. Pero a la vez quería también añadir una guía para los padres y madres de otras familias que se pudieran encontrar en la misma situación, en el sentido de orientarles en la parte emocional y explicar las diferentes fases que se van pasando (desde la negación y la incredulidad inicial, pasando por la ira o la rabia, la negociación posterior y la tristeza y el luto por la situación).
“Recuerdo cuando entramos en el hospital que me decían ‘no te preocupes, que después al salir tendrá un buen recuerdo’. Y yo pensaba: ‘imposible... preferiría ahorrármelo’... pero después ves que ahí dentro hay un montón de gente dispuesta a acompañar y ayudar, que se celebra Carnaval y también se hacen fiestas y que sí es cierto que queden recuerdos bonitos de muchos momentos, a pesar de que la experiencia sea muy dura”.
Dentro del cuento, en una de las páginas se explica que siempre le preguntaban a Anna qué es lo que más le gustaría hacer cuando finalmente pudiera salir del hospital, y ella decía que lo que más le gustaría era subir en globo. Si los sigues en Instagram, en la cuenta @contraelcancerinfantil, hay un dibujo de junio de 2020 donde explicaban que todavía no lo habían podido hacer porque se había tenido que anular a causa de la pandemia, pero nos explicaban que otro sueño de la Anna era subir en poni, y el que sí habían podido hacer era hacer un cóctel de los dos sueños y hacer el mix de “subir en poni con un globo”; muy buena idea!
Nos hace súper felices poder explicar que finalmente Anna, su hermana Abril, Carlos y Esther pudieron subir en globo el 21 de septiembre de 2020, y que además lo pudieron hacer en su querido Delta del Ebro; las imágenes hablan por sí solas, qué alegría verlo!
Muchas gracias por todo, familia! Desde la Fundación esperamos que podáis seguir haciendo realidad muchos sueños más!